El Manifiesto de Ostende, también denominado Circular de Ostende, fue un documento escrito en 1854 que describía los motivos por los que Estados Unidos debía comprar Cuba a España, debiendo declarar la guerra al país europeo si este rechazase la venta. La anexión de la isla había sido durante mucho tiempo un objetivo de los esclavistas de Estados Unidos y fue apoyada por una facción en Cuba. A nivel nacional, los líderes estadounidenses estaban satisfechos al ver que la isla era administrada por las débiles manos españolas, siempre que no pasara a una potencia más fuerte, como el Reino Unido o Francia. El Manifiesto de Ostende propuso un cambio en la política exterior, justificando el uso de la fuerza para tomar Cuba en nombre de la seguridad nacional. Se produjo un debate sobre la esclavitud en los Estados Unidos, el Destino manifiesto y la doctrina Monroe, ya que los propietarios de esclavos buscaban un nuevo territorio para la expansión de la esclavitud.
Durante el gobierno del presidente Franklin Pierce, un demócrata prosureño, los expansionistas del sur reclamaban la adquisición de Cuba como un estado esclavista, pero la ola de violencia después de la Ley de Kansas-Nebraska provocó la inseguridad en la administración sobre cómo proceder. Por sugerencia del secretario de Estado William L. Marcy, los ministros estadounidenses en Europa -Pierre Soulé para España, James Buchanan para el Reino Unido y John Y. Mason para Francia- se reunieron para discutir la estrategia relacionada con una hipotética adquisición de Cuba. Se encontraron secretamente en Ostende (Bélgica) y elaboraron un comunicado en Aquisgrán. El documento fue enviado a Washington D. C. en octubre de 1854, describiendo por qué la compra de Cuba sería beneficiosa para cada una de las naciones y declarando que Estados Unidos estaría "justificado para arrancar" la isla de las manos españolas si el país se negara a vendérsela. Para disgusto de Marcy, Soulé no mantuvo el secreto de las reuniones, causando una publicidad no deseada, tanto en Europa y en los Estados Unidos. La administración fue finalmente obligada a publicar el contenido del comunicado, lo que causó un perjuicio irreparable.
El comunicado se publicó, según lo solicitado por la Cámara de Representantes. El denominado "Manifiesto de Ostende" fue inmediatamente criticado tanto en los estados del Norte como en Europa. Se convirtió en un grito de guerra para los norteños, que buscaban controlar las votaciones sobre la esclavitud y los conflictos surgidos de ella, en lo que más tarde fue conocido como Bleeding Kansas. El gobierno de Pierce sufrió un revés significativo. La cuestión de la anexión de Cuba se abandonó hasta el final del siglo XIX. El interés de Estados Unidos en la región creció nuevamente en la década de 1870 y la nación apoyó a Cuba en su lucha por la independencia de España.